martes, febrero 27, 2007

Juan Cristo - Tucumán - Argentina












CUENTO

¡ AY, SI SE DUERMEN LOS ANGELES …




Recobró el conocimiento, volví a la carga … Y?

Cuántas veces pasé por este mismo camino, me dijo sin emoción en la voz y yo insistía, quiero que me contés sobre tus andanzas. Tendría que comenzar por decirte que nunca conocí a mis padres. Para mí, es como si hubiera nacido en la Colonia de Menores, ese era el nombre del albergue para huérfanos, delincuentes jóvenes y niños que ya jugaban a la muerte sin tener la menor idea de la vida. Soy todo oídos, a medida que recordés comenzá a hablar, no te interrumpiré.
Ahora, en el final porque no me siento bien puedo decirte lo que nunca a nadie, ya que mi vida, que se hizo larga a fuerza de no achicarme en ninguno de los entreveros en que me vi envuelto.
Cuando me patearon en el vientre y me reventaron la vejiga, recordé que yo le había pateado la panza a una de las pupilas que trabajaba para mí, porque quiso tener un hijo de su novio y no se cuidó. Se había arrodillado frente a mí y le pegué tres puntapiés en el estómago. Después la tiraron a una zanja. Otro me reventó el pómulo con un puño de hierro y me vi cuando tenía 16 años pegándole con una piedra en ese mismo lugar a un chico de 12 porque me había hecho trampas en un juego infantil. ¿Sentías remordimiento después de esos actos tan crueles?. En absoluto, era la única actitud que me hacía sentir poderoso y no pensar en mi cobardía. Así destruí la vida de chicos, hombres y mujeres de clase baja o media que se cruzaban en mi camino de sangre y maldad. El precio que pagaba a jueces, fiscales, políticos, funcionarios, policías y a todo aquél que podía mantenerme en total impunidad me mostraba a la vez los rostros deformes del poder actuando a favor de los peores. No sé cuántas veces me desperté con lágrimas en los ojos, de miedo y de ignorancia.
¿Intentaste practicar alguna religión o algo así?. Ahora que tocás ese tema me acuerdo del cura de la Colonia quien nos decía que “Todos los hombres del mundo tienen SU Angel de la Guarda y, con mayor razón, todos los niños”, yo tenía 11 años y le pregunté con toda la seriedad del mundo “podría decirme si MI ángel de la guarda se quedó dormido …” y antes de que yo pudiera terminar mi pregunta - él creyó que me burlaba -
me azotó con el puntero en la espalda y otro golpe en los brazos y otro y otro en las piernas … y a mi pregunta no la pude terminar . ¿Cuál era la pregunta?. Me causa gracia hoy, a pesar de mi situación, la pregunta, mi pregunta que nunca la hice, pero yo ME la hice una y mil veces y siempre me contesté lo mismo “MI ángel de la guarda se quedó dormido”, porque sino porqué yo no tenía padres, ni familia y todos me miraban como si fuera un animal y no como a una persona, y decidí ser eso, un verdadero animal. Me hice temer, odiar y no sé cuántas cosas más pero así forjé mi vida, que a pesar de todo lo sucia y miserable no era peor que la de muchísimos argentinos que lucen guantes negros, me equivoqué quise decir blancos, pero manchados con mierda, con la misma mierda con que estoy envuelto y que me está matando. ¿No lo viste o supiste algo de aquel cura de la Colonia?. No, pero ahora sé porqué reaccionó así. No quería que yo le hiciera pensar que él entregó su vida por algo que - tal vez - no era cierto, sabía que SU fe no era ni siquiera del tamaño de un grano de mostaza, que SU FE … no existía, era temor, miedo, horror de vivir. Igual que yo. Por eso opté por este camino, el mío no el de otro. Todos tenemos una serie de avenidas, rutas, calles y optamos por una. Y si nos equivocamos, SI LOS ANGELES DE LA GUARDA SE DORMIAN DE CANSANCIO … ¡AY, DE NOSOTROS!. Y se desmayó.

Cuando recobró el conocimiento, volví a la carga … Y? ¿Acaso podrías volver a empezar?
Sí, ahora voy a volver a empezar, cuando siento que el alma se me escapa por la boca, … terminá de una vez con tu trabajo.
Bueno, por lo menos charlamos un rato, cerrá los ojos, así no ves cuando yo … apriete el gatillo …