miércoles, enero 24, 2007

Sebastián Nofal - Tucumán - Argentina









POEMAS



poemas de resistencia

I
agua en la cara
viento en la cara
sol en la cara/
la vida es simple.

los bichos se zambullen en las panzas de las plantas
las plantas abren sus panzas al sol
el sol se apoya en todo lo que ve/
la vida es casi tonta.

hace calor
hace calor en el aire
hace calor
hace calor dentro de los ojos
y más allá/
la vida es sorpresa es crueldad es aburrimiento.


II

se trata de desplegar las velas
de azotar al caballo firme, seco
de clavar la lanza en la mitad del río y no volver a mirar atrás
de usar el fusil muerto de muleta y caminar

una bolita empuja a otra y ésta a otra y otra
(entre todas cuentan el tiempo que es caída y acumulación)

se trata de beber el veneno alucinados por la verdad
de dudar hasta del silencio y gritar ganando el final
de saber que es día o noche o hambre
de escribir mientras un muerto se nos sienta en el hombro y habla y habla

cada bolita vuelve a su lugar
(el tiempo vuelve a gotear arrastrar repetir)



III

en el color exacto de la mirada
en el grito coro del amanecer
en las manos y los óleos y lo que aparece bajo los dedos
en la respiración del sueño o pesadilla o reposo
en lo que dice el aire mientras todo se derrumba
en uno que se murió de tanto dar vueltas al mundo
y de tanto volver
ya no volvió
en el olor del monte vivo en la piel abriéndose como boca/
en sueños de agua clara/ de bocas sin gritos/ de angelitos vivos.



nuestra sangre

I

nosotros (próximos fantasmas de esta casa
tristes tibiezas/
artistas de la distracción,
arrastrando nuestros cuerpos
invisibles
en el camino
a la noche
al cerro-
las historias suelen desbocarse
y se nos crían
hasta quebrarse de risa.


VII

los primeros muertos,
mañanas heladas en la nuca
en el último aire
que sale por la boca ( montamos
cólera sobre cólera
hasta que el odio es fuente
ácido
tumba viva/nuestros cuerpos-
qué tienen nuestros ojos
qué olor nuestras almas
que siempre todo igual lo
mismo
empecinado/ más temprano y más tarde
más cruel.



sangre de la noche

en nieblas/ camina/ en desiertos
en círculos
las bocas se muerden las nucas
todo gira
como si la vida empezara
o tuviera fin /corta vida condenada

(extraño bicho
que intenta olvidos de lo más ridículos
que sufre carne viva
alma muerta
futuros que no logra imaginar
que teme un final
que ruega empezar de nuevo
mejor
más puro
repitiendo un cantito que no se le despega/ que vuelve
como bocas
que muerden nucas

1 Comments:

At 4:49 a. m., Blogger Unknown said...

¿Cómo describir -aunque sea un poco- toda la emoción que sus versos generan; que aflora en la piel, desde los huesos? No, es imposible. Basta con entender que a Nofal no hay que entenderlo: hay que sentirlo.

 

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