domingo, diciembre 10, 2006

Magda Sivira - Venezuela








POEMAS






En este mar



El mar surca el horizonte
bate sus olas contra la costa
la corriente arrastra mis pensamientos
me convierto en ola blanca
en gaviota
en azul
en alga
flotando a la deriva
en sal evaporada
En grano de arena.

Tomo de este concierto el ritmo de la vida
Todo está quieto
en armonía
La brisa teje sobre mi frente olores del pasado
Aquí el tiempo se detiene
No pasa nada
El reloj de la vida no atropella en este mar.


Enero

Días sin definición
estos
Como restos de naufragios
recojo; vidrios
flores secas
ropa sucia con olor a fiesta pasada.
Mi casa siente el vacío
mi corazón suspira una canción dormida.

Pasaron ellos dejando impregnada mi piel a miel
a perfumes y a sensuales sabores.
Días estos
fragmentos de un tiempo inventado para derramar
los más deliciosos licores.
Mi cuerpo se derrite ante tanto amor
junto y reúno las imágenes amadas para guardarlas
como talismanes debajo de mi almohada.




DE VERDE


Amanece
La montaña canta entre gallos
Su silueta recorre el albor
Y canta
Avisa que viene de luz
Respiro de este vivir
Me asombro en un silencio
Miles de luces cocinan la mañana
Canta la montaña
Me desconozco en ella
Mi cuerpo está sereno
La montaña viene de luz
Viene de verde y me posee.


Espejos

Los espejos me hacen trampa
En alguno de ellos veo mi imagen remozada y fresca
En otros, el tiempo hace estragos en mi rostro
Tal vez no sean los espejos
Pudieran ser los días
o las noches
o los sueños en los que me escapo a liberar mi alma
A librar batallas pendientes con la vida.



Maquillaje

Comienza la mañana con un dibujo de mi cara
Hago mis cejas, mis ojos
Es mi cara hecha y deshecha cada día
Es mi rostro
No me pertenece
No me atrevo a permanecer
Sin ese multicolor que dibuja mis rasgos
Algún día estaré sólo con el brillo natural de mi sonrisa



Ardid

Aferrado a objetos olvidados invento un ardid
es el juego
Tus ojos en el olvido dicen si
que fue mío su silencio
esa palabra no dicha
atravesó mi cuerpo
besando cada poro de mi piel
Ese gesto
Esa ternura escondida
Tus amaneceres lanzando el corazón al fuego de la madrugada
La espera no fue en vano
Tus manos amables suavizaron el dolor de corazón
Tus ojos llenos de deseos
de ganas de mi
No fue un invento mi pie atrapado por el tuyo
Ni tu cabello largo de recuerdo
Ni tus labios en el dibujo
Ni tus largos pies
Ni tu lengua
Ni tu sexo
Aferrado a tu cuerpo
Diciendo que si en vez de no.



Divino

Como ola de mar me muevo entre lo profano y lo
divino
por mi piel se deslizan ardientes sueños
Me gusta arroparme con el suave ardor de tus tibiezas
dormir entre el salvavidas de tus piernas.
Allí consigo día a día
una fragmentada muerte
un nuevo resucitar
atravieso lo profano
digo que es divino
que Dios duerme en tu sexo.