miércoles, octubre 11, 2006

Alina Acosta Arreceygor - San Juan- Argentina


















CUERDA FLOJA

Ella logra mover la tierra
y causa terribles maremotos y gigantes tormentas
con solo decir: A...
No sé cómo puedo odiarla y quererla,
todo a la vez... en una misma vida,
con un mismo corazón y un mismo cuerpo...aún no entiendo,
¡¿cómo puede ser?!
Ella desbarajusta cada momento de calma que en mis
sueños hay... pero...
¿¡Qué sería de mí si no pudiera al menos soñarla!?
Mi vida hace piruetas en una cuerda de paz,
que está a punto de cortarse,
y aunque ella sabe de ese peligro,
aunque a la perfección sabe que si corta la cuerda moriré...
sigue dándole un tajito mas...
Mi corazón pierde el equilibrio...
A fin de cuentas, no sé si ella cortará la cuerda primero,
o si seré yo, quien harto de las incontables incisiones en el alma,
perderá el equilibrio y se lanzará al vacío.


El abrazo


Y allí, entrelazados los dos por un fuerte abrazo,
esperaban el fin del mundo.
No se miraban, ya lo habían hecho antes,
y preferían aquellas miradas, las bellas, armoniosas y mágicas.
En este, el nuevo momento de estar juntos,
sus miradas no serían las mismas... tal vez serían las de otros,
otros ajenos a ellos.
Quizá volver a mirarse los haría huir horrorizados,
cada uno por su lado.
Entonces, no se oirían ni mirarían de nuevo...
sólo se abrazarían, porque eso,
el abrazo, era lo único incambiable...
Abrazo sin palabras, caricias o miradas,
el de siempre, el que no se carga porque no hace falta.
Un abrazo...EL ABRAZO, algo que ni el fin del mundo, con su terror,
Jamás podrán cambiar.

Angustia


Ojos inmensamente abiertos, manos temblorosas, piernas estremecidas que no dejan de tiritar, aire en grandes cantidades, pero siempre insuficiente, dolor en el pecho, lágrima que rueda por el cuerpo... angustia... y la muerte se hace hoy, los temores de antaño son recientes, el valor decrece, las palpitaciones se vuelven fuertes y urgentes.
Angustia... amargo sabor en la boca, inminente, pena y sensación de estar ausentes... Una vez más... ANGUSTIA... los ojos se cierran, temerosos de no abrirse más, la boca se seca y no se puede hablar, gritos fuertes que sólo son silencio, tormentas en el cuerpo, lluvias que inundan al alma, corazón alborotado, sueños caídos, anhelos quebrados, recuerdos latentes, presente olvidado...

Viviendo


Por extraño que parezca uno se dedica a vivir. Nacemos, crecemos, soñamos y desde ese momento nos perdemos en los sueños. Vivimos y eso es lo que mejor sabemos hacer. A veces nos alejamos de la realidad, a veces lo que es realidad de unos no lo es para otros.
Soñamos... sí... talvez esa sea la mejor parte de nuestras vidas, el corazón agita su marcha y se entremezclan las emociones, por instantes nos sentimos libres, hasta que nos atrapa la obligación de concretar lo que ansía nuestro corazón.
Viviendo, muchas veces, topamos con piedras en el camino y caemos, pero al momento nos levantamos, rápido, para que no nos vean en el suelo.
Comenzamos el camino de nuevo.
Viviendo, casi siempre, somos esclavos de nuestros deseos y por locos o inalcanzables que puedan parecernos, con el alma los queremos, entonces alzamos la cabeza, nos ponemos firmes y concretamos esos, nuestros mágicos anhelos.
Viviendo, aunque parezca increíble, no notamos la presencia, constante, de la muerte y los males...Viviendo crecemos, fantaseamos, creemos. Desde que nacemos nos perdemos en los sueños... porque vivir es lo que mejor hacemos.