Paula Yende
poema del triste pan duro
deja deshacerte en las encías
el melancólico magullo de la coca
entre dientes marrón de otoño sucio
amargo y suburbano sueña serge
que chet baker le sopla los versos
desde el night club hasta su walk-man
llueve fino quejumbroso la lluvia siempre da sed
de casa calor sin t.v vaso lleno de pensar
penando el poema como el pan de ayer
verde que te quiero verde lorca es un poeta
de new york de aquí de allá como todo triste
invierte el orden cree en la revolución de la neurona
santifica las rutas marea bares en bicicleta hasta el día
en que se hace alma de farinha azúcar impalpable
esos días donde hace cola habla poco y la humanidad gris
no percibe la alteración de los yuyos bajos del fondo
de los ojos una dureza de pan brillante acostumbra
cruzar la vía el círculo de tristeza que dejan los circos
que desaparece y aparece melancolía y poco dinero
dicen ser tanto´s cuesta uno y lo otro de cualquier modo
o moda del infeliz que se siente satisfecho en un corte de luz
general por suerte no aprendimos la ceguera sino el tacto
de volver solo al caos del universo interno o externo
fuimos amasados entre bollos de agua manos que no escribieron
de ignorancia la tristeza la locura de dios es el amor
la panza de miga de pan de hermeto el piano de chopin
prevert tus palabras en la cama la dureza de las noches frías
cáscaras de cangrejo entre sábanas como telones del corazón
canta chavela dura de arrugas no más de pura terquedad vive
todos nos vamos y desaparecemos al pan duro lo rallaron
y la tristeza la tristeza aúlla en un poema ginsberg
y es una estela en la voz de elis
y se anida en la piel como un crepúsculo te amanece te deambula
la duda en copas pequeñas te sopla un susurro un guiño una ampolla
en un dedo puede volver el camino largo un tren de retiro
hasta la bahía entre las sierras el morro una ventana
un campo amarillo es cuántos vincent o andy desde la plataforma
marítima es la tristeza naufragados
en un poema la botella de vino es una meada de palabras
esto no es poesía poesía tengo una cascada en el inodoro un agujero infinito en el bidet
duchamps estaría orgulloso de no cobrar entrada en los museos y de que borges no haya sido feliz
porqué él debería haberlo sido siempre pregunto
hasta cuando va a doler crecer de noche
mudarme usar la cabeza de meduza cruzar el río en una cáscara de nuez
con las velas a media asta sopla que te sopla el viento sudaca
patágonico como novelli poeta del hastío
trejo pessoa boudelaire ellas pizarnik cristina césar la campazzo
y patty & violeta en el hastío reaccionario habitan como un recuerdo
de a ratos al alzheimer le huyen
corremos tras la pérdida aun sabiendo que es una perdida
siempre enamoró la turra en algo el morbo del cine en las tetas
la teta que te mamó aquella angustia oral se convirtió en poema
y así hasta la multiplicación de los panes de los peces penes en las vaginas de las vírgenes del mar
algas duras caracolas desintegradas de la nada y el ave del himen que no dice amen
iglesias dejad de maquillarse el sufrir es otra cosa no es buen matrimonio hombre & poder
ay si pudiera decir tuyo mío tus mi plurales y no endurecer tanto el nosotros
triste yo el artista singular multifacético solista de él mundo ombligo
lingüístas estrangúlense con la lengua en los tobillos de bukowski
poetas manifestarse en la bebida así como en todo desorden de la vida
mandalas podríamos ver en las pinturas artesanos el corazón de las maderas los metales
el barro en los ladrillos de las manos del obrero al grafito al maquillaje del actor
músicos pide caricias tímidas el instrumento el pulso da una pasión en las pestañas
instankarmas
un segundo de cada día absolutamente todos estamos duros como pan de poema
de ayer sonriendo tristemente hasta mañana
empate casi siempre
la tristeza se junta
y esconde como una meada detrás de los árboles
cierto placer nocturno
empate digo
felicidad pestañea
y se derrama
con el vino en el mantel
hasta el más desequilibrado
hace equilibrio
morir o nacer
es cosa natural
invierno es un tango
verano es amor
y paz no es nada
hoy
en el mundo
el arte de la pérdida
justifica
con piedades electrónicas
al empate humano
por la suerte del mono
o la virtualidad de dios
el vino es real
profunda la piel
de los labios que permiten el roce
al vaso o al beso del lenguaje fino
le debo esta melancolía
como dos botellas de vino a cristihan
que cerca está a la vuelta
de la vida al poema
empate
esto
tenemos telas de araña
ojos de buey malherido
parsimonia milenaria para crecer
ver en la verdad
mezcla oculta de tristeza y verborragia
arrojamos la piedra
nos lavamos en el mismo río del naufragio
otras las aguas que hoy lo mueven?
somos siempre el barco
llevamos el revólver del suicida
la palabra prohibida del poeta
la voz quebrada
en la fuerza de una vela
el sub existir
andamos descalzos
con pan en las encías en la noche
la boca entera
el cinturón de orión mal prendido
esquivando calendarios
oficinas del orden impúdico
donde establecen las jugadas
estamos en los bares
las plazas desnudas
en los ojos del perro callejero
temblamos desde la luz
el espíritu
hasta la carne del otro
lo que quede por nacer
partirá
hasta el hartazgo
entonces
1 Comments:
Me gustaron mucho los poemas, más los dos últimos. Como que hasta me encuentro un poco en algunas partes.
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