sábado, diciembre 30, 2006

Norberto Barleand - Buenos Aires - Argentina












POEMAS





MORADA LLUVIA DE LOS ÁNGELES




¿Dónde aguardan las pátinas del llanto,
las esquirlas del dolor,
el corcoveo?

Dónde buscar las gotas del recuerdo
esta médula perdida en el absurdo,
los abrigos,
el color de esta ventana

¿Es que llueve en la mesa de los ángeles
las pupilas del desgarro
o es la oscura parodia de algún niño
en las huérfanas penumbras de la tarde.?




ARPONES DE SEDA EN EL ABISMO

En el abismo de los días
perfumes que huelen a distancia,
la puerta del anden que nunca abriste
para cegar la rotura de mi sangre.

Me ha lastimado la ternura,
provocaron heridas en mi cuerpo,
nervaduras que nunca cicatrizan,
un manto de abrojos y de rondas


A veces exploro
las lágrimas del cuarto
el instante de la almohada, los rituales
la verbena de los patios indecisos
enhebrando los anillos en tus manos.

No será la primavera
los pinceles,
el color de la herida
en un pañuelo tejido
con los poros de la piel en el vacío.

Sospecho de tu rostro,
y la mirada
la duda en la semilla
las estatuas.

De tanta soledad
las atalayas del bronce
perforaron la intemperie,


De tanta vida brotaron los arpones
en mis solapas de seda
ahuyentando la muerte y sus cornisas,

desnudaron melancólicos olores
antiguos capitanes de nostalgias
en el cofre de los sueños.

y las manchas en estos puños
interrogando las arcillas del pasado

cuando fugo hacia vos
y no te encuentro




ORQUÍDEAS EN SOLAPAS DE LA NOCHE

En el ojal del humo
una orquídea seca
acaricia solapas de la noche

Jarrones vacíos
deslizan el agua
entre sábanas tensas


en el silencio
las hojas, los espejos
hilera de frascos
sujetando las ventanas.


El rostro.
La duda

Rencor en los ojos,
un rictus de pena
instalando la sombra,


voces que anuncian
un final predecible


y la orquídea cayendo
agonizando la noche




ETERNIDAD DE LA AUSENCIA

Te busco
entre las ramazones del aire rojo y sollozante,
por las brújulas del incienso y sus membranas.
En la eternidad del árbol
donde observo las ansias de mi sangre.,
por los terraplenes del idilio
y las caricias agotadas por el tiempo.
Te busco amor lejano y subyacente
en el escampe de un cielo azul
morado de azul y sinfonía,
en el encaje aterido de la sombra
y la soledad crecida
por tu ausencia




SOLEDAD DEL TIEMPO Y LA MEMORIA

Fugaron
con un gemido agazapado
y yo estaba solo,
en las nubes del adiós,
irremediablemente solo
como un trueno moribundo,
rosedal de nieve y de penumbra,
solo en los latidos del tiempo,
solo en las plegarias de la aurora,
con un niño de claveles y proclamas
en las guitarras sin sonido
de la acústica insurrecta
solo en el húmedo
viajero de trasnoche
y las cicatrices del barro en las paredes
El vino amargo y el dolor
desterraron las flores
y los nombres que pronuncio sin nombrarlos
oragando el luto del olvido.
Solo con el pulso en caravanas
sosteniendo los muros del recuerdo.
viento y polvareda
en las cúpulas vacías de la noche
golpeando las campanas
y la soledad que se escurre entre los hijos




CAMPANARIOS

Ojos cerrados,
la mirada oblicua.
Sucumbe el nido de los cuervos
cayendo por campanas de sangre.
En el turbio costado del asombro,
llueven murciélagos sin capas
que muerden el cielo de la noche.
Los faroles ajados
no encienden las tinieblas
y las rosas del espanto
preludian
la codicia
de los hombres.

José Martínez Bargiela - España




POEMAS










EL VACIO DE MI

Deambulará mi cenotafio las edades
de mi cadáver el polvo
del nacimiento
de la idea:
mi muerte que ya naciera de mí
y se evaporara en la tierra
de mis ancestros la quimera
presagiada en el exilio.



CAFÉ DEL PUERTO

Tan simple como estar solo
en el Café de la esquina
donde vienen el recuerdo y las avispas
a reportar coincidencias y los talentos
y las quintuplicadas lunas esencias
zarandeadas en cribas
maniatadas
del celo de las horas
en anamórficos espejos,
mientra mudan los cereales de silo.
La historia
socava las memorias de los dioses
las auspiciadas hambrunas
de los niños precursores
en este precario lugar de todos
prohibidos de pedir
el pan de algunos
ido por escobén de los trigales


LA SENTENCIA

Pasados los años
lo que queda de uno
es sólo la mueca: la mezquina huella
de negación profunda
trillada
de aquellos años líricos
del ensueño que no es sino el testimonio
de haber sido de haber transitado
la ausencia y desaparecer humano.
Como si nunca nada
fuere desterrado el tiempo
de ese propio silencio
la carne ardida en el hueso
sin piedad la noche
sin piedad la nada recurrente
de zarandadas nieves
diseños de escarcha previa
y descarnadas uñas.


ILUSIÓN ÓPTICA

Un gato amarillo
mira a los pájaros amarillos
y le caen las lágrimas
porque la piedad
es demasiado para un gato amarillo
que se relame
en el fondo del estanque.

Horacio Gallo - Tucumán - Argentina



POEMAS

AQUEL ABRAZO

Acaso fue casualidad
O tal vez la providencia
Pero quedó en evidencia
Tu repentina felicidad
Cuando aquella vereda sombría
Que tus pasos y mis pasos traía,
Nos enredó en un abrazo
Fundiendo tu piel con la mía

Y pude oler el deseo
Y pude oler la ternura
De ese abrazo con dulzura
En la vereda sombría
Que aquella tarde de octubre
Tus pasos y mis pasos traía,
Que aquella vereda sombría

Tus pasos con los míos, se llevaría!!

TU VOZ DE VIENTO

El viento agreste de la Rioja
Me fue cubriendo de arena y luna
Y un eco endulzado de paisaje
Surgido de la piedra, herida por el tiempo
Me llovía el alma como un canto de acequia
Perfumada por la sombra de los patios
Era la lluvia de tu canto, tu voz de viento
Emanada por la savia de tu pueblo
Bañada de sol y siestas
Sembrada de viñedos y olivares
Adornada con la risa de los niños
Madurada con los sueños del labriego
Amanecida de rocío, borracha de luceros
Era tu voz de viento, iluminando mi noche
Alimentando la espera de mis días
Por eso, cuando salgas cantor de juglaría
Y al país de la zafra, el camino te regrese
Estará mi puerta abierta y mi mesa tendida
Mi pan amasado de amistad
Mi vino de sangre y alegría
Un aroma a leña en mi aliento
Y la sombra del patio de mí alma
Esperando cobijar, tu voz de viento!!

sábado, diciembre 23, 2006

Patricia Sibar - Buenos Aires - Argentina


















POEMAS

FLECHA

Soy el precipicio de bordes propios.

Sísifo y la piedra Moebius y su cinta

Arañando un

tiempoespacio que me corresponde

que no me corresponde

la flecha que me hiere

y me besa

ya ha sido lanzada.

AQUELLA

Miro en espejo a aquella

Aquella que no es ésta

Aquella que quiere ser ésta

Aquella que los demás dibujan

Aquella que borra una y otra vez

los bordes.

POEMA XV

Los tal vez de los talveces

son los perseguidores

son los acosadores

tienen su guarida en la nochedía

besan el territorio

que no soy o seré

donde mis manos

tantean variaciones pluscuanperfectas.

VISITA

A pesar que estaba Dios,

me visitaste

con hipófisis desmedida

y el cráneo materializado en la fiesta del cielo

te desplazaste entre mucho hueso y poca carne

y un poco de de sol de pelota roja infantil

marcándote la garganta.

Acosté el animal que eras,

te cubrí y sostuve con la fuerte malla metálica

para estos casos,

entonces las luces comenzaron su danza,

entraban y salían de tu cuerpo

hasta volverlo solo la cometa de una estrella.

Después se oyó el crepitar

que dibujó mi nombre en el fuego

una suerte de purificación

para que la escencia

se abriera paso en el aire.

Necesidades sutiles

Por la cuarta costilla,allí en la abertura

que me quedó cuando lo atravesaron a Jesús

con la lanza, en ese espacio,

ví a los esclavos que fuimos,

cuando tintineábamos las cadenas con disimulo

y sin alterar a los guardias hacíamos el amor con

la mirada

supimos que no era el tiempo,

nos faltó el cuerpo

hoy no hay ni ayer

ni cadenas

ni huesos

ni pájaro

sólo una playa de plástico que me sigue,

y una gaviota de goma,

que no molesta.

EL COMIENZO DE CAMINO

Así fue el comienzo del camino

Así, hasta que con tu piano de cola marcaste

el siglo dieciocho

Moooooooooooozaaaaaaart...Moooooooozaaaaart

.... a comeeeeeeer...

a comerte la muerte antes del Réquiem.

La muerte lo comió, y él se comío a la muerte

como antes se comía a la viuda,

¡Mamita!...¡Que budín!...

... le decía.

Piripipí, Piripipí, Piripipí

y también...

no le cuentes nada a tus amigas...

Mooooooooozaaaaart...Mooooooooooozaaaaaart,

se hace taaaaaaarde....

Ignorala si viene a buscarte

Soy tu redonda corchea

y tu blanca

y tu negra

de tierra estoy hecha

soy muy púa

y nada ucha

soy tu fusa, la papusa

pucha, que es confusa

pero no obtusa la musa

Desafía, desafía el tiempo que el terreno, también

es del eterno

Santa María Madre de Dios

¡Ora!

En nombre del padre,del Espíritu Santo,

por el hijo,

Hijo pentagrama del cielo.

Amén.

FORMA

La caricia curva, 15 cm, que dividida en 7 partes

resultan cada tramo de 2,1428

Nombrándolas cada tramo con una letra y un

número

nos da A1,A2,A3,A4, A5,A6, A7, que duran

en total 13 segundos

o sea que cada tramo es igual a 1,8571, pero como

no es parejo

el movimiento y el tiempo en A7, dura 0,15

segundos menos y

en A2 dura 0,15 segundos más, quiero decir que

la mejor parte

de la caricia es la zona A2 de 2,1428cm y de

1,8571

más 0,15

que nos da 2,0071 segundos de duración.

Perla Jaimovich - Tucumán - Argentina

















POEMAS

Encrucijada

Migra
la estrada
sus espectros de antaño
Él
sólo trae consigo
algunas borras y botanas
un velo de indulgencias
y
la súbita estela de sus trajines.

Tal vez
intente…
tal vez
consiga…
- es cuestión de racha –
un réquiem a sus jirones.

En esta debacle
estableciendo el correlato
si el destino de un río
es vaciar en el mar
el de un hombre
es escalar
las incipientes gradas
de su propia utopía…



Réproba

Al vilo
ascendente
el perdón llaga
urge al cosmos que restaña…

En el omnímodo regazo
- frío sacramental –
demanda signos impenitentes
mi desolación.

La vigilia del cortejo
musita el póstumo deseo
y entre cirios abjura
un suspiro lateral.

Visten de luto
mis acuarelas de antaño
y me desangran…


PUNTO MUERTO

Hay una tumba vacía…

Estoy buscando el talud que se invierte
en cada intento…

Pero, a sabiendas o no
insisto en las ruinas proscriptas.

Rayando la orilla
no hay puentes
no hay vados
ni dolor.
Sólo
latas vacías que evocan
barricadas sobre recuerdos
- lastres por doquier –
y mi oración de la víspera
que se esconde de Jahvé.
Rueda mi pellejo varado
en el zumbido de una duda.

Hay una tumba vacía…


PALABRAS AL BORDE

Se desangran
enmudecen
yuguladas de acecho
de pavor
apresan un llanto.

Con las agallas en andrajos
sólo devuelven estocadas
- fútil antídoto a mi memoria -

De súbito
arrebatadas
desasidas
vuelven sobre sí
para ensayar un epinicio
“Errare humanum est”
“Errare humanum est”


INFORTUNIO

Encontré el horizonte
un punto furtivo
un arranque visceral
y las aguas turbias del Leteo…

Inextricable,
en las hormas de Satán
verraquea conmigo
el deleite ambiguo de lo acerbo…

Encontré – también-
esta condena,
el aliento de otras puertas
y apenas mi ansiedad
royendo las cadenas…


OBLACIÓN

Infame condición
la que persiste
tras los epígonos del Nazareno…

Un pensamiento
macera
el momento de la carne
que provoca aversión.

Tal certidumbre moral
abre la ceremonia
que reedita
- con premeditación –
el Eccehomo agonizante.

Y vuelve el tiempo borrascoso
se entremueren las candelas
mas los sumidos en abluciones
sólo pretenden atar los cabos sueltos…

Acaso
en este mundo sin misericordias
una y otra vez
habrán allí mismo de condenar:
¡ a su borrego más amado!

miércoles, diciembre 20, 2006

Julio Eduardo Bastos - Catamarca - Argentina








POEMAS




MI TINOGASTA

Tinogasta no te fatigues, levántate y canta,
que te escuchen los que medraron con tus plantas.

Dime Tinogasta ¿quienes pusieron las vides?,
tus hombres con su sudor y los aljibes.

Época de cosecha desbordante de alegría,
pero llega la noche tempestuosa
que deja todo abierto como una herida,
con ella relámpagos, truenos y granizo
el corazón que se estruja aún siendo mestizo.

Luego el silencio manda aguardar el otro día,
recorrer el surco temeroso de encontrar
el trabajo del año despedazado como sandía.
¿Por qué tanta tristeza inunda la parra?,
si todavía hay esperanzas que no todo se desgarra.

Tinogasta no te abrumes levántate y canta,
que te escuchen los que mamaron de tus parras.

Vid, vinos sensación frutal de entraña tiernas,
que germinaron en ríos de maestros, médicos,
hombres fuertes nacidos en estas tierras.

Tinogasteños no olvidemos nuestro origen,
campos desencadenados de futuro y siempre la uva,
presente tengamos que al regreso
siempre habrá vino en una cuba.

Tinogasta recuerda es el surco el que da la vida,
debemos trabajarlo para que no sea tierra perdida.
Mi tierra vinícola de surcos marcados en la cara,
levántate y canta porque el corazón palpita con tus parras.


CLARIDADES

Yo soy de un pueblo en el que la tierra es tierra,
tiene gusto a uvas y aroma a tierra,
en la que los recuerdos jamás se entierran.

Como todos los hombres tengo una madre,
el tiempo del regocijo fue breve,
pues ella pronto debió marcharse.

En silencio preparó mi venida,
en silencio preparó su partida,
jamás se dio por vencida.

La encontré un dos de noviembre,
después de ir a misa
y al cementerio como siempre,
desde entonces a ella me aferré.

A mis necesidades la llamo en silencio,
ella brillando y en silencio esta conmigo,
buscó que guíe mi camino.

Una de las tantas noches de mis locuras,
me acompañó sigilosamente todas las horas,
amparó en silencio mis travesuras.

Me cubría un cielo oscuro y tormentoso,
sólo ella lucia en silencio y conmigo se quedó,
fuimos una vez mas uno.

Por allí me pregunto por mi silencio,
contesto no te alarmes ella vino
y se fue en silencio,
más nunca te dejó.

Será mi destino el de las vides?,

en silencio viven,
en silencio de tierra se alimentan,
en silencio nos alegran,
en silencio se secan,
en silencio vuelven a la tierra,
en silencio son nuevas parras.

Todo en la vieja tierra,
que en silencio sigue siendo tierra.


EL LLAMADO

Oh poderosa montaña cuánta admiración causas,
contienes tamaña fuerza con ánimo sereno,
sin hacer pausas.
El fuerte y rugoso exterior,
esconde imponderable belleza interior,
no obstante la imagen imponente,
tú grandeza te hace benevolente.
El cerro exige que lo camines,
si quieres llegar a las alturas siderales,
nos alimenta con animales, plantas
y caricias para poder andar,
si sabemos buscar hasta alguna
raíz jugosa nos ha de dar.
El hombre cree dominarte destruyéndote
para que sea más suave caminar,
desconociendo que al repechar,
la mente busca pensamientos bellos,
de ese modo es almíbar avanzar.
Ahora cuando ruges ya cansada
de tanto padecer,
lo haces para que el hombre escuche
y te deje ser.
Las cumbres reservan el espacio
del silencio sonoro,
no existe animal ni hombre
capaz de romper aquel coro.
Persigo como el Cóndor
en esos silencios anidar,
así, de ese modo,
la libertad de las alturas encontrar.


NAVIDAD EN LA QUEBRADA

Quiero el tañir de campanas
fuerte tañir de campanas,
anunciando que el Niño
ha nacido ya.

El viento transporta el dulce tam tam
inunda las alturas, valles y quebradas,
la naturaleza se llena de gozo
el Redentor con nosotros está.

Los ecos llegan a todos los rincones
sembrando a doquier bendiciones.
la paz cubre a los animalitos de
la puna, si hasta los halcones
no quieren a su presa atacar.
Tropas de guanacos, vicuñas y
llamitas felices retozarán,
dado que el puma cordillerano, abandona
su furia maligna y no las atacará.

Las piedras a orillas del río
contentas estarán, incluso reirán,
ver las truchas remontar las aguas el batir
de aletas las salpicará y sus caritas mojará.

Las Chinchillas cuchichean tranquilas
no tendrán que correr a esconderse,
del vanidoso hombre que
solo ansia su piel.
Los mineros dejan herramientas
abandonan los oscuros socavones,
saben que la estrella los iluminará
al menos ese día su vida no peligrará.

Todo es bondad en la quebrada
las pencas hunden sus púas pa’ no molestar,
las palomas se asientan en ellas
enseñan el mejor camino pa’ no lastimar.

Que el tam tam de campanas haga
de todo un almíbar,
tal vez escuchar tan hermosa
noticia haga al hombre cambiar.
VIVIR VIVIR EN PAZ Y FELICIDAD,
de ese modo olvidar para siempre el atormentar.

martes, diciembre 19, 2006

Osvaldo Pellín - Neuquén - Argentina







CUENTOS

Llamadas


¿Cómo podría decirle que me ha hecho bien? Bueno, quizás mejor sería decir, que ha servido para exaltarme. Su palabra en el teléfono, tan inesperada. Tan justo que fuera ella la que llamara y que fuese yo el que atendiera. Y luego, claro está, la sorpresa. Su voz tenía la pena de quien está sufriendo una derrota. No hubiese querido oírle de ese modo, pero era el único que posibilitaría su decisión de llamarme. Ese llamado solo se realizó porque me necesitaba. Y fue así y no me importó, porque igual me puso en su universo y eso, mientras hablábamos, me engendró. Sí, me hizo nacer o renacer, según como quiera verse. Yo ya estaba en su mundo. Para llamarme, antes debió haberme pensado. Estuve en su mente y antes en su memoria y después fui, lamentablemente, un salvavidas. Me sonó como el desafinado acorde final de una obra que prometía el himno a la alegría. Igual soy alguien importante para ella. Me agrando, entonces, y mi voz suena como la de alguien que sabe dar un consejo.
Me dijo, - ¿Qué puedo hacer Paco?. Él hace una semana que no me llama. Y estoy desesperada.
Entonces debí cambiar mi libreto crítico, como era mi primera intención, y empecé a disculparlo para detener su ira. Pero ella insistió, incluso fue más allá y dijo algo así como que él era un cínico. Juro que estuve a punto de darle la razón y de decirle inmediatamente, lo que siempre había pensado de él, que iba a vivirla, a sacarle lo mejor de ella, para luego marcharse. Pero me contuve porque era imprescindible mostrarme comprensivo. Siempre creí que de ese modo, Linda podría captar mi grandeza. Pero solo valoró mi serenidad. Así me lo hizo saber.
-Paco, me ha hecho muy bien hablar con vos. Te agradezco. Has sido siempre tan equilibrado.
¿Qué podría haberle respondido, si al final ese había sido mi papel? El de generoso componedor. ¿Podría, después de eso decirle que terminara con ese imbécil, que ella merecía a alguien más hombre, a alguien como yo? Pero callé y me quedé con sus elogios y su agradecimiento, aunque mucho más lejos de ella que antes. Y lo que es peor, en condiciones anímicas de perdonarlo y de aceptarlo una vez más. Porque según mi falsa opinión, él tan malo no era. ¿Y si no se producía la ruptura y por el contrario yo con mi intervención había favorecido que se reconciliaran? Sí, seguro pasaría eso. Y Linda ya no me llamaría la próxima vez porque al fin conocería mi modo de pensar. ¿Porqué habré mentido? Si esa era la oportunidad de decirle cuánto me gustaba y cuánto la quería, ¿porqué no se lo dije? Sé que soy su amigo pero eso no es suficiente para mí. No sé cuánto durará esa condición. En cuanto se reconcilien, él no permitirá que ella me cuente entre sus amigos. ¿Qué hombre acepta la amistad íntima entre su mujer y otro hombre? Ninguno. Estoy condenado al olvido de ella y a mi dolor por no haberle dicho que la amo, ahora que hace tiempo he esperado pacientemente esta pelea entre ellos para que ella estuviese libre. Y cuando ella me está diciendo eso con su llamada, termino justificándolo a él.
Por Dios, cuánto sufrimiento para nada. Si parezco Víctor Lazslo en Casablanca, sólo que Gustavo no es Rick Blaine, que deja, generosamente, que me vaya con Ingrid Bergman.
Había pasado un mes y de Linda supe muy poco. Ella era amiga de mi hermana y así me enteré de sus éxitos en la facultad y de la jubilación que había obtenido su madre, pero de lo que me interesaba, ni una palabra. Hasta que un domingo por la tarde, cuando me disponía a salir, sonó el teléfono y algo me preanunció que era ella. Son esas cosas en que parece que los hechos se adelantan y uno puede intuirlos. Y fui hasta el teléfono con la seguridad que escucharía nuevamente su voz. Disimulé la dicha que ello me produjo y deseé haberme equivocado en todos aquellos cálculos que había hecho acerca de un nuevo acercamiento entre ella y Gustavo. Pero no fue así. Había acertado en todo. En realidad me llamaba, conocedora de mi afición por el cine, para que le aconsejara la película que podrían ver con él.
-¿Y dónde están?-pregunté, ocultando mi fastidio.
-En Belgrano. Muy cerca de los cines.-me dijo ella.
-¿Qué tipo de películas le gustan a tu novio?
-De aventuras o los western.
-Lo que se dice western hace rato que no se hacen- apunté con seguridad.
-Bueno, no sé –replicó Linda- decime alguna de aventuras entonces.
-Algo pasable es una de Indiana Jones que dan en el General Paz.
-Ah , qué bueno, gracias Paco.
Y cortó como si nos hubiésemos visto ayer.
La tercera y última vez que me llamó fue nuevamente por una discusión con Gustavo. Esta vez la cosa parecía más grave porque se trataba de una firme sospecha de infidelidad de parte de él. Y ahí sí fui directo y le dije que ella, por su dignidad no podía aceptar una cosa así. Qué pasaría, le preguntaba, el día de mañana si ahora tenía ese comportamiento .
-No se merece a una persona íntegra y digna como vos, Linda. Él es un egoísta y también un imbécil. Eso, un imbécil porque no valora lo que tiene al lado.
Y dije imbécil con odio. Al punto que ella se quedó muda del otro lado de la línea. Enseguida pensé que se me había ido la mano. Pero era ese momento o nunca. Debía dejar en el camino a Gustavo que por otra parte se lo merecía. Y seguí hablando de ella.
-¿Dónde va conseguir que una chica bonita como vos, inteligente y buena persona, le vaya a seguir el tren a un tiro al aire como él?
Terminé diciéndole:
-Es más , sos demasiado para Gustavo. ¿Lográs darte cuenta que hay a tu lado gente que te quiere y que estaría dispuesta valorarte como te merecés?
-¿Quién por ejemplo?-me desafió ella.
-Yo, por ejemplo , Linda.
Ella calló un momento y luego , repuesta , me dijo
-Eso lo sé, César. ¿Por qué crees que te llamo cada vez que tengo un problema?
-Está bien , Linda. Pero yo no hablo sólo de amistad.
-Yo te tengo afecto y vos lo sabés, pero lo mío con Gustavo...
-Es otra cosa, no es cierto- terminé la frase.
-Sí- respondió ella bajando el tono de su voz.
Hubo otro momento de vacilación y opté por adelantarme a cortar, después de un saludo casi inaudible, como quien se despide penosamente de alguien que se aleja.



VERME SONREIR

Me veo sonreír y casi no me reconozco. Muchos han halagado mi forma de reír, pero no sé qué cosa le ven de particular a esa carcajada sonora que tengo, casi convulsiva, que tapa cualquier otra manifestación semejante.
Es cierto que algunas cosas me liberaban plenamente y las festejaba con mi risa. No recuerdo bien cuales, pero sí que no eran tan frecuentes, ni las que ponían en ridículo a nadie. Que odio la burla y toda supuesta superioridad basada en el infortunio ajeno.
Mi risa era inesperada, casi insólita y con ella solía tapar la risa de los demás, por lo que casi siempre reía solo. Al cabo los demás también reían, pero más por la forma en que yo lo hacía, que por otra cosa.
Esa imagen ha traspasado los años y mi madre solía solazarse con ella. Era el único varón, de lo que había sido una joven viuda, entre sus tres hijas y mi aspecto, válgame Dios, era bien de macho argentino, cosa que ella reconocía con orgullo.
Por ese tiempo la fotografía estaba en su apogeo y se fomentaba la risa frente a la cámara buscando una pose de natural felicidad, que perdurara para los tiempos, distinta a aquellas primeras fotos que nos habían legado nuestros viejos, donde se los veía serios, casi con caras de malos.
Estábamos en la época de aparecer sonrientes en las fotos y yo sonreía, pero antes que nada debo decir que no ha sido por complacer al fotógrafo con esa nueva moda, sino porque mi primo, que me acompañaba aquella vez, me hizo un gesto que me arrancó la carcajada mientras el fotógrafo disparaba con su máquina y esa foto se eternizó, difundiéndose entre familiares y amigos.
Debo reconocer que el zorzal criollo, tenía mucho que ver en esta moda de la sonrisa, porque él era un artista o porque le quedaba bien y las mujeres se volvían locas. Y todos trataban de imitarlo, pero no era mi caso.
Igualmente casi no me reconozco. Más vale me imaginé siempre con la cara de un tipo serio. Como decía tío Nicolás, que era médico,

-Pareces un gástrico.

Una cara ácida, preocupada por un dolor profundo que se quiere ocultar de cualquier forma. Y lo curioso es que siento así careciendo de motivos. Entonces, por aquello de que la causa de la angustia es algo por completo desconocido, quizás tenga que resignarme a que mi amargura no tenga solución. Mientras, por no aparecer tan cariacontecido, a veces uno sonríe o por una pequeña ventana que no imaginaba que estuviese abierta, se encuentra con su infancia y la carcajada resurge como un estruendo. Eso me ha pasado varias veces.
Por este modo de reír, y claro por otras cosas, que no vale la pena ahora puntualizar, me he ganado la fama de tipo derecho y franco, en quien se puede confiar. Pero creo que todo es falso, porque no me parece, muy a mi pesar, haber aliviado con un buen consejo a nadie y más de una vez creo haber defraudado cualquier esperanza, porque no he tenido demasiada paciencia ni de escuchar ni de reflexionar con el otro. No obstante me siguen pidiendo “un momento a solas, Don Humberto” para contarme sus aflicciones, en la familia o en el trabajo. Entonces pienso: “Este no sabe como estoy yo. Con ganas enormes de deshacer aunque sea un minuto mi propio nudo”. Pero me vende mi apariencia de hombre fuerte y mi fama de buena persona.
Mi foto sé que me sobrevivirá. Al menos por un tiempo y más con la mujer que tengo, que hace un culto de la nostalgia.
Está ampliada y contenida en un marco, colgada en una pared del dormitorio, muy cerca del crucifijo. Allí sobresale la imagen del tipo ganador, como ellos lo han querido.

Ricardo Bocos - Tucumán - Argentina






Plegaria

No hay nada que temer. He tocado fondo.
No puedo caer más bajo que tu corazón.
Marguerite Yourcenar

Un látigo de llamas me azota el corazón.
Sometido a un interrogatorio de deseos
Aprieto mis dientes y me muerdo la lengua
Para decididamente no sentir.
No hablar...
Te había confiado mi amor, mis sueños,
Como a una encubridora con la que podía contar
Sin temor a que escupieras el pasado ante el verdugo.
Así, con el paso del dolor,
El silencio se apropió de mi boca, de mi frente
y guardé dentro de mí, casi distraídamente,
Ese caballo enorme de mi niñez,
un espejo fugitivo sin rostro,
Las miradas que quedaron vacías
Y una corbata colegial a rayas,
Por si la muerte me sorprende
distraído,
lejos
de
tus
manos.


La pérdida

La noche, esa eterna compañera,
Me ha despertado nuevamente
Envuelto en un incendio:
El de mi propia sangre.
Sin mirarla a los ojos
La he intuido como un
Vil aparato de suplicio,
Mostrando su desdicha,
Exhibiendo su miseria.
En este largo insomnio
Solamente pienso que
Desde que te he encontrado
He perdido a Dios.


Juego de azar

Te acariciaba cuando tenía la certeza que estabas dormida,
Y me preguntaba si el amor era capaz de sobrevivir,
Tanto a la guerra como al invierno bajo cero,
Porque participaba de un juego de azar apostando mi
corazón.
No sabía que era una trampas en la que se participaba solo
una vez.
Me pregunté si tenía sentido amar a alguien con la que uno
se despertaría,
por casualidad, sólo algunas mañanas de su vida.
Aún así fui feliz cuando la lluvia salpicaba las ventanas,
O cuando tocaba suavemente mi cuerpo,
porque nadie había experimentado esa pasión por mi.
No había sido previsor como para guardar algo
que me preservase para otra jugada venidera.
¿Será que me gustaba la pasión
porque quería estar entre los desesperados?
Nunca lo supe con certeza
Porque estar con ella era ni siquiera saber quién había dejado
ya de ser.


La mirada

Me era imposible no ver en tu mirada una estrategia amorosa
para hacerme prescindir del Tiempo ausente de placer,
para hacerme sentir que la vida me buscaba,
alada de roces literarios, de genios y hechiceras.
A veces sentía que tu presencia llegaba con airada violencia.
Otras que era una sombra proyectada hacia tus recuerdos.
Pero siempre lo hacía desde el puente de un buque de carga,
amarrado en tu alma, sediento de pasiones.
Parecía venir de un cabaret de variedades decadente y
misterioso,
apoyado en magos y payasos que prometían el cielo,
dando vueltas incansablemente con la melodía de una
canción desconocida.
Llegaba como un paseo matinal de tu mano, sin ansiedades,
por el antiguo cementerio blanco de la memoria,
en una larga noche ocupada por los dos.
Te comparé con una mujer que dice la buenaventura
porque rociaste mi alma con la fosforescencia de las gemas
del Nilo
permitiendo que, por un instante, pudiera dejar los mitos y
las oscuras leyendas,
esos que fueron abolidos por el tiempo,
para sentirme como un viejo artesano que trabaja con el
hierro forjado.
Desde esa noche estoy al rojo vivo, mezclando el pasado con
el presente.
Desde esa noche, no hago otra cosa que impregnarme de tu
mirada.

El duelo

A mis padres

Y uno queda expuesto a los demás.
Cada paso, cada gesto adusto, imitable,
se deshace entre las lágrimas,
mientras el viento nos despeina al final,
cuando la nada va ganando el lugar vacío,
la mirada ausente, el dolor propio.
El universo atrapa los pensamientos
los deglute, los transforma, los deshace,
toman formas de máscaras, de amarguras,
sientan sus espacios en los pentagramas
y se transforman en música de duelo.
Desde hoy ya nada sentiremos igual,
ni la misma pesadez de la muerte,
ni la rabiosa alegría de la risa,
estará la ausencia recordándote,
mientras las nubes deforman los recuerdos.

Mónica Cazón - Tucumán - Argentina






CUENTO


Declaración Jurada


Declaro inoportuna esta instancia. No poder vulnerarte y encontrar ese espacio en donde te descubrías desprotegido de toda coraza, ante el asombro de mis oídos; enlatados, achatados, enviciados; con silencios, indiferencias, parquedades.
Declaro inoportuno este recordar, de vez en cuando, claro!!!! . Clikeando en la bandeja de entrada de mis días, guardado en alguna carpeta.
Cómo admitir que estas presente ?. Que las premisas se enlazaron y el contingente del pasado se perdió.
Cómo admitir ?
Declaro inoportuno, también, beber tus movimientos, maximizarlos, y solo poder mirarte, cuando estas cerca. Cuando estas lejos, cuando cierro las ventanas.
Me inmovilizas las neuronas, los sonidos. Inexplicable y sutil, dejo que pases, que transgredas el tiempo, y circuncides esta necesidad;
por decantación,
por reflejo,
por cualquier principio químico o físico, o ético, o bélico, o el que elijas, no importa!
Declaro inoportuno este momento largo, que de tan largo deja de ser instante y se transforma en irremediable y contínuo pensamiento-hacer.-
Hacer-pensamientos, declaro inoportuno
ahora que te siento.



Poema Uno



He quedado
sola
tu presencia a cuesta y los recuerdos arrugados
preciso aleteo
puntual
Puedo volar, reirme, claudicar
ensayar un perdón, minimizar tus actos
declararlos desiertos
y volver a empezar
Puedo...

Tan sola
me has dejado
por fin.

domingo, diciembre 10, 2006

Magda Sivira - Venezuela








POEMAS






En este mar



El mar surca el horizonte
bate sus olas contra la costa
la corriente arrastra mis pensamientos
me convierto en ola blanca
en gaviota
en azul
en alga
flotando a la deriva
en sal evaporada
En grano de arena.

Tomo de este concierto el ritmo de la vida
Todo está quieto
en armonía
La brisa teje sobre mi frente olores del pasado
Aquí el tiempo se detiene
No pasa nada
El reloj de la vida no atropella en este mar.


Enero

Días sin definición
estos
Como restos de naufragios
recojo; vidrios
flores secas
ropa sucia con olor a fiesta pasada.
Mi casa siente el vacío
mi corazón suspira una canción dormida.

Pasaron ellos dejando impregnada mi piel a miel
a perfumes y a sensuales sabores.
Días estos
fragmentos de un tiempo inventado para derramar
los más deliciosos licores.
Mi cuerpo se derrite ante tanto amor
junto y reúno las imágenes amadas para guardarlas
como talismanes debajo de mi almohada.




DE VERDE


Amanece
La montaña canta entre gallos
Su silueta recorre el albor
Y canta
Avisa que viene de luz
Respiro de este vivir
Me asombro en un silencio
Miles de luces cocinan la mañana
Canta la montaña
Me desconozco en ella
Mi cuerpo está sereno
La montaña viene de luz
Viene de verde y me posee.


Espejos

Los espejos me hacen trampa
En alguno de ellos veo mi imagen remozada y fresca
En otros, el tiempo hace estragos en mi rostro
Tal vez no sean los espejos
Pudieran ser los días
o las noches
o los sueños en los que me escapo a liberar mi alma
A librar batallas pendientes con la vida.



Maquillaje

Comienza la mañana con un dibujo de mi cara
Hago mis cejas, mis ojos
Es mi cara hecha y deshecha cada día
Es mi rostro
No me pertenece
No me atrevo a permanecer
Sin ese multicolor que dibuja mis rasgos
Algún día estaré sólo con el brillo natural de mi sonrisa



Ardid

Aferrado a objetos olvidados invento un ardid
es el juego
Tus ojos en el olvido dicen si
que fue mío su silencio
esa palabra no dicha
atravesó mi cuerpo
besando cada poro de mi piel
Ese gesto
Esa ternura escondida
Tus amaneceres lanzando el corazón al fuego de la madrugada
La espera no fue en vano
Tus manos amables suavizaron el dolor de corazón
Tus ojos llenos de deseos
de ganas de mi
No fue un invento mi pie atrapado por el tuyo
Ni tu cabello largo de recuerdo
Ni tus labios en el dibujo
Ni tus largos pies
Ni tu lengua
Ni tu sexo
Aferrado a tu cuerpo
Diciendo que si en vez de no.



Divino

Como ola de mar me muevo entre lo profano y lo
divino
por mi piel se deslizan ardientes sueños
Me gusta arroparme con el suave ardor de tus tibiezas
dormir entre el salvavidas de tus piernas.
Allí consigo día a día
una fragmentada muerte
un nuevo resucitar
atravieso lo profano
digo que es divino
que Dios duerme en tu sexo.

Orlando Pichardo - Venezuela









POEMAS




LA POESIA


Todos los vidrios rotos del mundo
son mis huesos
mis páginas en blanco


LA PALABRA QUE TENGO

Si ellos lo permitieran sería su poeta
si ellos
los mendigos
las putas
los abandonados
Si ellos supieran que en mi garganta duelen sus
gritos
que me aferro al papel de sus angustias
pero es in útil
la palabra que tengo
no arroparía un solo dedo de sus llantos



CALLES

Desoladas calles donde nací
donde los esternones levantan chispas al caer
Calles llenas de bares
de penas
No existen risas ni esperanzas
sólo manos en abandono
y enronquecidas gargantas vacías de luz y cantos
¡OH! calles de mi pueblo
desesperadas calles
es tu recuerdo el que infla estas velas de ira
el que vuela este papagayo de añoranza


PUDE SER

es mejor morir de vodka
que de aburrimiento

V. M.

a Luís Cornejo

Pude un día conocer los lugares más exóticos
pude navegar con mi barco de contrabando por los
mares del sur
montar mis mujeres en mulas y recorrer las trochas
paranoicas
de los Andes
andar por los bares de los bajos fondos con la mira-
­ da doble
del beodo
Pude respirar en los respiraderos del opio
tener mis putas y ser el chulo más querido de los
puertos del mundo
Pude ser contrabandista de esmeraldas
buscador de oro
artillero
tratante de blancas
pude ser el tahúr que siempre lleva un as bajo la
manga pude ser........ ¡Qué les digo!
trovador
serenatero
jugador de bolos
asaltantes de bancos
corredor de galgos
mago de cabaret
PUDE SER
pero sólo soy un soñador empedernido
que perdió la pista de los sueños.



Pelícano

He descubierto
Que sin la tristeza
No me doy cuenta de la vida
Sin embargo
No soporto su aletear de pelícano enfermo


SI ME AMAS

Mi recuerdo está girando en otro mundo
y una locura despierta sensaciones perdidas
Fuiste tú que llegaste convertida en astro
disipando el hastío de la noche que atormenta
Hoy recuerdo que dijiste
-abrázame, me gusta que me abracen-
Y mis brazos se hicieron extensos
cruzaron el espacio
internándose en los océanos del sueño
El calor de tu cuerpo aún no se disipa
y me adhiero como loco a su recuerdo
Quiero beber en la fuente de tu piel
perderme en los laberintos de tu carne
y ser gota de sudor bajando desde tu garganta
hasta la copa que puede desterrar mi sed por siempre
Si me amas
seré para ti tan tierno como un tigre amando a su tigra
Tan hermoso como un cometa cruzando el cielo
Fundiré las piedras con sólo decir tu nombre
y construiré para ti
a golpe de labios
un templo más hermoso que el Taj Mahal
Seré para ti un Botticelli
pintando con mi lengua un nuevo nacimiento de Venus
Si me amas seré Orlando
mas no el furioso de Ariosto
ni el andrógino de Virginia Wolf
sino solamente éste Orlando Pichardo
que te pide que lo ames.




The Blind Willis of Atlanta ( El ciego Willis)


Es pájaro la noche
Se va en sonidos
Y un lamento de algodón
Salta su quejido
Blues
En corazón y tierra
Los hombres son sonido
Y en espasmo de memoria
Dan vueltas
Vueltas
Vueltas
Un agudo de guitarra desparrama ayes
Una liturgia de melancolía
Ruge
Y da vueltas
Es sonido la palabra
Y la armónica gime enamorada

La nostalgia ancestral que clama a dioses perdidos

Patrimonio


Recibí de patrimonio al mundo
Recibí el viento y la fuerza de la mar
Nadie podrá quitarme el canto del pájaro
Ni el susurro de las hojas

Es mío y lo comparto el efluvio enamorado de la lluvia
El flechazo de luz de los relámpagos


El velamen que mueve a la luna al ritmo de mi mirada

Este es mi planeta
con volcanes , terremotos, ciclones
Con cantos de pájaros que abren las ventanas del alba

Me pertenece el sabor del mango
El pecado de la manzana
La mirada del necesitado
La redondez de tus senos y el quejido del orgasmo de la mujer que amo
Y aunque es breve, muy breve
Me pertenece, también,
el fugaz instante de la vida

sábado, diciembre 09, 2006

Rosana Aldonate -Tucumán - Argentina








POEMAS





Canción de luto


Tucumán, desmesurado vientre
húmedo y caluroso
asentamiento de orillas
con tus miserables villas.
Tucumán entraña fértil
reproduces la pobreza
niños sin pan bajo el brazo
llegan y llegan y llegan.
Jesuses no de Belén
sino Cristos prematuros
en cunas crucificadas
los ponen ni bien venidos.
Tucumán, pesebre ausente de dones,
de luceros y de reyes
de incienso, de oro, de mirra
de villancicos esperanzadores.
Pesebre de harapos sucios
de vastedad de indigencia
no hay mujeres, sólo hay madres
y niños sin padrenuestro.
Tucumán, útero vil
apagado de promesas
¡Niños! No vengan al mundo
que Herodes reina en la puerta.


Cartas de París


En un andamio está
la cruz de la existencia
el vuelo sin regreso
la salida sin tiempo.
En un andamio se dirimen
los regresos
los amores filiales
las cartas, las mentiras y verdades.
En un andamio se reparten
trabajo, retribución y sueños
y el desatado cordón hacia la nada.
En un andamio está el mundo
su arquitectura de concreto
su concreta elevación
de muros y ventanas
todas humanas
para diseñar la nada:
cobijo y desamparo.
En un andamio está el salto
la imprevista decisión del andamiante
no es deporte
es dislocada nota
es ruptura
de la pared, la ventana
membrana celular del mundo humano.
El andamio es presilla de la vida
pero también es trampolín desajustado
es caídasea suicidio o accidente.

Las Variaciones Buenos Aires


A los anónimos seres que se precipitan
en los suelos de Buenos Aires.


La vida se abanica en imitaciones varias:
actor, espectador, transeúnte.
Dios no quiso a la mujer
por eso la hizo madre,
elevó a la cruz al hijo
Ella al pie de su calvario.
¡Ay! Variaciones Buenos Aires
que desclavas de la cruz
a emocionados espectadores
todos actores
horizontales al suelo
producen sus variaciones.
Imitaciones súbitas.
Abandonados del padre
realizan las estaciones
en matricial estertor.
Aterrador Buenos Aires
tu suelo está surcado
de cuerpos desplomados.
Bach suena en su partitura
las treinta y dos variaciones,
el pavimento asfixiante
ensordece la música, la palabra, el arte.
Se desvanecen en su conocimiento perdido.
Ajenos a la multitud
a la calle, a la sala
al trajín, a la atención
al murmullo, a la melodía.
Idos ya, aun sin irse
definitivamente.
Yacen ahí como un olvido.
Ellos caenultimando su variación.

Tela negra


Corte de tela negra
tela de bordes de gross
táctil y transparente
el tramado se ofreció.
Trozo de seda negra
De tul al mejor postor
¿quién fabrica ese tejido
que algún sueño ayer soñó?
Acercándose al orillo
el tramado delató
no era tela, no era lino
gasa ni muselina
era mosquitero negro
para blancos vastaguillos.
Negro ajuar de novia nívea
negra mortaja de tiras
para un muerto desvaído.
Negras sábanas que cubren
cuerpos empalidecidos.
Barbijos negros también
para quirófanos lívidos.
Lo que debía ser blanco
negro fue en su destino.
No era tela no era gross
la negra trama ofrecida.
Era piel
sólo piel negra
retazo de piel urdida
¿quién pueda fabricar piel
con orillos incluidos?
Era piel, sólo piel negra
retaceada en mercerías.
Un trozo de piel muy negra
desollada de su origen.

Pueblos del sol

Antofagasta, a las puertas del sol
tu pueblo emerge
de los negros volcanes de basalto
tus caminos como brazos repartidos
conducen al Galán y a la Antofalla.
Volcán Galán, una voz quechua
te nombró inanimado
muerto, quieto,
tu millonaria antigüedad
sembró tus cercanías
de imperiosas bellezas:
laguna Grande y Diamante
colapsada de flamencos
unicidad de estos páramos,
sólo el vuelo puede liberarlos
de este paraíso terrenal solitario y árido.
En tu central concentración
de cráter inactivo
de aluvionales vómitos
de escorias negras y de rojos mazacotes,
en tu mortandad de los tiempos
no podías estar solo,
el salar del Hombre Muerto
vela tu propia muerte.
La vida fue arrojada hacia otros lares:
Los Nacimientos, el Beltrán, el Calalaste
los cerros de vicuñas florecidos
en pajas de punas amarillas.
El Colorado Callejón trepa a lo alto
y la apacheta celebra en las alturas
a la tierra en misa agradecida.
La Cuesta de Antofalla nos empuja
al portal abismal de los salares
como colosos quietos y dormidos
exhiben su descomunal belleza
en panorámica imagen desplegada.
Allá en un ínfimo punto de todo ese infinito
Antofalla proclama su pequeña humanidad
de algunos apellidos y un puñado de seres.